Por Continental, Daniel Quiroga, director nacional de Protección Vegetal del Senasa, atribuyó la excepcional plaga de langostas que azota al Noroeste argentino a una combinación de condiciones climáticas inusuales que dificultaron el control de su reproducción. 

"Desde el año pasado hubo una explosión demográfica de la plaga, especialmente por las condiciones climáticas bastante particulares de la zona entre Santiago del Estero, Tucumán y Catamarca. Se vienen haciendo controles y reuniones periódicas, hemos duplicado la cantidad de patrullas en la zona para monitorear la plaga y hacer los controles. Ha habido muchas reuniones con los productores y con las provincias", remarcó en La Hora del Campo.

"Es muy complicada por la capacidad reproductiva que tiene, que es muy alta, porque es muy voraz al alimentarse y porque tiene refugios naturales en los montes nativos, donde busca refugio y alimento y adonde es muy complejo ingresar para controlar. El patrón de proliferación fue muy inusual, hace más de 60 años que no había una plaga tan grande, y eso hizo muy difícil controlarla". 

"La plaga es endémica, hay decretos desde 1890 más o menos. Fue la primera plaga combatida como tal. En años anteriores se venía controlando en una población relativamente baja. Las condiciones que determinaron esta explosión el año pasado fueron tres años anteriores de mucha sequía seguidos de un año pasado con muchísimas precipitaciones, incluso con inundaciones en algunas áreas. Y la plaga pasa el invierno como adulto latente, con temperaturas muy benignas ese adulto despertó antes, salió en busca de alimentos antes y tuvo una nueva generación. Habitualmente tiene dos generaciones por año, y este año ha tenido una más".