América del Norte afronta una ‘megasequía’ que ya dura veintidós años y es la más grave en al menos en doce siglos. Se define como ‘megasequías’ a aquellas que duran más de veinte años. La actual ya superó la del siglo XVI, la más grave detectada en la región por los científicos en el último milenio. Park Williams, geógrafo de la Universidad de California en Los Ángeles, publicó en Nature Climate Change un estudio en el que se mostró escéptico sobre un final pronto del actual fenómeno climático.

Williams y su equipo determinaron la intensidad de cada sequía analizando los patrones de los anillos de los árboles y los compararon con los datos históricos conocidos. Del muestreo surge que los períodos de sequía severa tuvieron altos grados de “déficit de humedad del suelo” en comparación con su saturación normal. Así, desde principios de siglo el déficit promedio de humedad del suelo fue dos veces más severo que en cualquier momento del siglo XX. Por otra parte, hubo repetidas megasequías entre el Sur de Montana hasta el norte de México y desde el Pacífico a las Rocallosas entre el año 800 y el 1.600.

Según Williams, la sequía actual habría sido grave incluso sin el cambio climático de los últimos dos siglos y medio, pero no en el mismo rango. De hecho, el informe atribuye a la mano humana el 42% del déficit de humedad del suelo ocurrido desde 2.000. Ello es porque las temperaturas más cálidas han ido aumentando sistemáticamente la evaporación. Puntualmente, entre principios de siglo y el año pasado, las temperaturas en la región estudiada fueron 0,91 grados superiores al promedio de 1950-1999.

En síntesis, agregó Williams, "Sin el cambio climático, los últimos 22 años probablemente habrían sido el período más seco en 300 años, pero no alcanzarían el rango de las megasequías registradas en torno a 1.500, 1.200 y 1.100".