Reirse de los demás ya pasó. Ya no es gracioso. El estilo de humor tan norteamericano que parece ser el único posible en la entrega de los Oscars, ya pasó. Hay una enorme cantidad de cosas de las que nos reíamos hace 20 años y ya no lo hacemos.

En realidad, existen una gran contidad de cosas que hacíamos y no hacemos. Por diversos motivos, el espíritu de los tiempos modifica nuestras conductas. Burlarse de otras personas es un tipo de humor que pasó de moda tanto que los niños jueguen con autitos en mas mismas veredas donde defecan perros.

Que haya permido no quiere decir que no haya personas que todavía se reían de esas cosas o que no se diviertan con una película de "Los bañeros se divierten". Pero no puede un espectáculo de ese tenor formar parte de una ceremonia con diversidad de gustos, opiones, etc. Por se le hace al presente, obligatorio, en este caso, si quiere recibir su premio por el que trabajó legítimamente, debe someterse a la eventual burla.

Habrá espectáctulos privados, donde el que guste de ese humor asistirá con otros que compartan su preferencia y todos morirán de risa mientras un tipo desde el escenario de mofa de sus defectos físicos u otros. Cada uno disfruta a su gusto.

Pero no es masivo, lejos de ello, genera rechazo de la mayoría y provoca reacciones como la que tuvo Will Smith o la que estuvo por tener el marido de Kristen Dunster. La violencia física no es justificable, pero la violencia engendra violencia, y la violencia verbal, moral es tan irritante y genera tanto rechazo como cualquier volencia. El humor no puede ser violento.