Víctor Hugo dialogó por Continental con Gabriela Saidon, autora de un libro sobre los "santos ruteros" en la Argentina.

Durante décadas, la Difunta Correa monopolizó la devoción de los viajeros argentinos. Botellas con agua, placas, flores, velas eran dejadas por conductores de automóviles, ómnibus y camiones en miles de altares dispersos en las rutas, pidiendo protección o agradeciendo milagros cumplidos. 

Sin embargo, desde mediados de los años noventa esa devoción empezó a ceder ante los embates del culto al Gauchito Gil, que se transformó en el santo pagano más popular del país, señaló la periodista en La Mañana.

Gabriela Saidon siguió el rastro de ese desplazamiento y conversó con devotos, visitó altares, hurgó en cementerios perdidos y entrevistó a sus posibles descendientes.