En una investigación publicada por AP se prueba que el centro correccional federal para mujeres de Dublin (California, EE.UU.) permitió y encubrió múltiples casos de abuso sexual cometido por miembros del personal contra las presas. 

Según el informe, la cultura del abuso en la prisión estaba tan extendida que numerosas reclusas y miembros del personal se referían a ella como "el club de la violación". De hecho, las denuncias de abuso presentadas por las mujeres contra los guardias eran sistemáticamente ignoradas y algunas presas fueron castigadas con confinamiento solitario después de haberlas hecho.