Tiene que ser muy imponente una obra para que lleve el nombre de su autor hasta el final de los tiempos. Esta es la historia de un señor cuyo apellido ha sido uno de los más mencionados de la historia.

Alexandre Gustave Eiffel nació en Dijon, la famosa ciudad de la mostaza, la capital de la región de Borgoña, en Francia, el 15 de diciembre de 1832.
Cuando su infancia había quedado detrás, se trasladó a París para estudiar ingeniería en la Escuela Central de Artes y Manufacturas, donde se graduó en 1855.