La industria de los juguetes sexuales está en plena expansión en España. La venta masiva de estos pequeños aparatos de silicona, que garantizan el orgasmo en un pestañeo, ha llenado los bolsillos de los principales fabricantes mundiales, que aceleran las fusiones con sus competidores e, incluso, estudian su salida a Bolsa, informó el diario El País.

El año pasado, con el confinamiento pandémico impuesto en gran parte del mundo, hicieron una caja de 33.640 millones de dólares (más de 29.000 millones de euros), según un informe de la empresa de consultoría Grand View Research.

El aumento de la masturbación durante el encierro y una mayor aceptación social de estos juguetes que lucen un diseño cada vez más sofisticado y tecnológico, junto con la creciente penetración del comercio digital, hicieron que el número de pedidos creciese a un ritmo nunca visto. Las marcas con capacidad para hacerlo ampliaron la producción -Satisfyer la dobló- y en algunos meses se registraron picos de demanda superior al 70%, continúa el medio español.

La popularidad de estos productos no deja de crecer y, además, lo hace entre todos los grupos de edad y sexos, aunque las mujeres dominan claramente el mercado. El 60% de los ingresos en 2020 fue por la venta de juguetes eróticos femeninos.

Según El País, el mercado crecerá un 8% de 2021 a 2028, hasta superar los 52.000 millones de dólares para esa fecha, de acuerdo a Grand View Research. Aunque hay algo con lo que no contaba la consultora al hacer las predicciones y es la crisis de microchips que sacude el mundo.

No hay que olvidar que estos aparatos llevan un pequeño motor y algunos tienen control remoto y hasta tecnología blockchain. “Como a muchas otras industrias, la escasez de chips también nos afecta. Además, los costes de envío y entrega han subido muchísimo”, apunta Johannes Plettenberg, consejero delegado de Lovehoney Group.

Con el negocio en plena expansión, las empresas del sector han comenzado a dar un paso al frente. El objetivo es posicionarse y liderar un mercado extremadamente competitivo en el que cada vez hay más jugadores y juguetes.

El pasado mes de agosto, el fabricante alemán Wow Tech y la compañía británica Lovehoney (vende accesorios eróticos con temática de Cincuenta sombras de Grey) se fusionaron para crear un gigante del bienestar sexual. La nueva marca, bautizada con el nombre de Lovehoney Group, está valorada en 1.200 millones de dólares (más de 1.000 millones de euros).

“Los ingresos estimados para 2021 superan los 400 millones de dólares y será rentable desde su creación”, señala Johannes Plettenberg, que se ha puesto al frente del nuevo grupo. “Nuestro objetivo es crecer a una tasa porcentual de dos dígitos”, apunta. Tras la operación, la compañía vende sus productos (reúne a marcas como Fifty Shades of Grey, Womanizer, We-Vibe y Arcwave) en más de 60 países y cuenta con 730 empleados.