La misteriosa criatura de 12 pulgadas supuestamente fue atrapada en el Océano Pacífico, frente a la isla japonesa de Shikoku, entre 1736 y 1741, y ahora se encuentra en un templo en la ciudad de Asakuchi.

Con una mueca en la cara, dientes puntiagudos, dos manos y cabello en la cabeza y la frente, tiene una apariencia inquietantemente humana, excepto por su mitad inferior parecida a un pez.