Como alternativa a la quimioterapia convencional, la comunidad científica lleva décadas aunando sus esfuerzos para desarrollar tratamientos que mejoren esa selectividad con el objetivo de minimizar los efectos secundarios.

De entre las muchas estrategias que se están investigando una de las más interesantes es aquella que busca combatir el cáncer con luz.

Existe una modalidad de tratamiento que recibe el nombre de "terapia fotodinámica". Consiste en aplicar una radiación de luz como método para frenar la proliferación de las células cancerígenas.

Pero ¿cómo es posible que la luz pueda tratar el cáncer?

La terapia fotodinámica es una técnica no invasiva que se lleva empleando con éxito en los hospitales desde 1970, principalmente para el cáncer de piel y para tumores superficiales muy localizados donde la aplicación de luz es accesible.

La técnica se basa en un tipo muy particular de moléculas denominadas "fotosensibilizadores": sustancias capaces de capturar la energía de la luz.

Estas no suelen tener actividad farmacológica por sí mismas, pero cuando se irradian con luz se activan y desencadenan una serie de reacciones químicas que terminan induciendo la muerte de las células cancerígenas.