Tres médicos de familia del Hospital Italiano de Buenos Aires publicaron El libro azulado. Problemas de salud de instalación reciente,apta para todo el público, destinada a calmar el susto y la ansiedad que generan estos problemas.

“Queremos dar herramientas para que los pacientes puedan decidir de manera adecuada y que razonen cuál es la mejor opción según el problema que tengan”, explicó Miguel Zárate, uno de los autores junto a Paula Carrete y Esteban Rubinstein.

Aquí van, entonces, algunas recomendaciones de los médicos para los problemas de salud repentinos más frecuentes.

Fiebre
Se habla de fiebre cuando una persona tiene una temperatura corporal superior a 38 grados centígrados. Es un signo de enfermedad. Lo más común es que sea causada por una infección viral o bacteriana benigna y que se cure sola. Aunque también puede ser la manifestación de una infección grave, como la meningitis (que afecta a las membranas que recubren el cerebro) o la endocarditis (que afecta al corazón). Hay que consultar al médico urgente cuando la persona que tiene fiebre además se siente muy mal, está decaída, confusa, tiene una enfermedad que afecta su inmunidad, fue operada recientemente, o cuando se trata de un bebé menor de tres meses o de un niño con antecedentes de convulsiones. Si no se dan estas situaciones, se pueden utilizar antitérmicos, que son medicamentos de venta libre, y esperar un día. Si la fiebre persiste, es recomendable consultar con un médico en un centro de salud o en una guardia médica.

Resfrío
Es la enfermedad infecciosa más frecuente en todas las edades. Consiste en estornudos y gran producción de agua y moco por la nariz.

Se cura solo, sin necesidad de recibir tratamiento médico, y menos antibióticos.

A veces se pueden consumir medicamentos para la congestión nasal y las secreciones por la nariz como los descongestivos, que son bastante seguros, pero pueden causar efectos adversos como ansiedad, problemas de sueño y dolor de cabeza.

Tos
Es un mecanismo del cuerpo que funciona en forma automática y sirve para mantener libre la garganta, los bronquios y los pulmones. Generalmente se debe a infecciones respiratorias leves y suele curarse sola. Pero si la persona con tos es un chico pequeño o una persona mayor de 65 años, o tiene fiebre, falta de aire o se siente mal, se recomienda consultar a un médico en la guardia de un hospital o en un consultorio en forma rápida. Hay que tener en cuenta que algunos medicamentos para la tos tienen efecto adictivo