De acuerdo a una investigación de la web Infocielo, un joven con un leve grado de autismo, decidió empezar a interferir los parlantes de los telefónos de los viajeros del tren Roca, para que se emitan a todo volúmen sonidos de gemidos sexuales.

Hace ya unos meses, es vox populi entre pasajeros del tren Roca,  que las  personas que suelen colocar música fuerte en sus parlantes, se ven obligados a rápidamente tener que apagarlos, porque la música que habían colocado se transforma en explícitos gemidos sexuales.