De acuerdo a una investigación de la web Infocielo, un joven con un leve grado de autismo, decidió empezar a interferir los parlantes de los telefónos de los viajeros del tren Roca, para que se emitan a todo volúmen sonidos de gemidos sexuales.

Hace ya unos meses, es vox populi entre pasajeros del tren Roca,  que las  personas que suelen colocar música fuerte en sus parlantes, se ven obligados a rápidamente tener que apagarlos, porque la música que habían colocado se transforma en explícitos gemidos sexuales.

Según Infocielo, la interrupción de la música y el inicio de los gemidos, es un recurso tecnológico urilizado por este joven, cansado de la contaminación auditiva. En una presunta entrevista con el medio, el joven, del que se preserva su nombre real, explicó que: "Yo no soy muy bueno hablando y era una gran frustración saber que si le pedía por las buenas que apagara el parlante iba a terminar a los golpes, entonces se me ocurrió un método más silencioso y difícil de descubrir para evitar esa molestia constante sin tener un conflicto".

Según explicó a dicho medio el propagador de gemidos sexuales, el mecanismo "es muy fácil. Con tu propio celular, cuando ves que alguien se prepara para colocar música en el vagón, activás tu bluetooth y enseguida que te aparece el dispositivo lo hacés vos primero y le mandás el sonido que quieras para perturbar al "musicalizador prepotente". Se va a desesperar, lo va a apagar, y quizás intente encenderlo nuevamente por lo que tendrás que estar atento para repetir el proceso hasta ganar por cansancio", se despachó