El "agujero de ozono" es un fenómeno que ocurre sobre la Antártida durante la primavera y el verano, y que también puede extenderse hacia Sudamérica, especialmente al sur de Argentina y Chile. Según el Servicio Meteorológico Nacional, se espera que el agujero de ozono de 2023 sea el más grande desde 2015.

La reducción de la capa de ozono aumenta el riesgo de daños para las personas debido a la exposición a los rayos ultravioleta del sol. Por lo tanto, es importante tomar precauciones como usar sombrero, anteojos de sol adecuados y protector solar. El agujero de ozono antártico de 2023 ha tenido un comienzo temprano, según el Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus. En agosto, alcanzó un área de más de 16 millones de kilómetros, lo cual es superior a la media.

El agujero de ozono se forma cuando los niveles de ozono en la estratosfera son bajos, lo cual aumenta la influencia de masas de aire pobres en ozono provenientes de la Antártida sobre el extremo sur de Sudamérica.

Se cree que el inicio temprano del agujero de ozono de 2023 puede estar relacionado con el aumento de vapor de agua en la atmósfera debido a la erupción del volcán Hunga Tonga en diciembre de 2021 y enero de 2022. Este fenómeno promueve la formación de nubes estratosféricas polares, lo cual a su vez contribuye al agotamiento del ozono.

Las sustancias que agotan la capa de ozono, y que han sido acumuladas en la estratosfera durante décadas, son principalmente de origen humano y fueron emitidas por diversas industrias desde los años sesenta. Sin embargo, desde la adopción del Protocolo de Montreal en 1987, que buscó reducir progresivamente estas emisiones, se ha observado una recuperación significativa de la capa de ozono.

Aunque se espera que las concentraciones de las sustancias que afectan la capa de ozono vuelvan a los niveles preindustriales en aproximadamente 50 años, el agujero de ozono seguirá siendo un problema durante varias décadas debido a la persistencia de estas sustancias en la atmósfera.

El Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus continuará monitoreando el desarrollo del agujero de ozono de 2023 y proporcionando información detallada sobre los factores que lo influyen. Se espera que el agujero de ozono se disuelva a finales de noviembre o diciembre.