Google rastrea su ubicación como parte de su impulso para recopilar la mayor cantidad de datos posible de sus usuarios para ayudarlo a orientar los anuncios. La compañía dice que usa los datos para "mejorar sus servicios basados ​​en la ubicación".

Lo que significa en la práctica es que abrir la aplicación Google Maps o usar la búsqueda de Google en cualquier plataforma registra su ubicación aproximada con una marca de tiempo.