Más de siete mil armas fueron destruidas hoy en la ciudad bonaerense de Campana en el marco del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego que coordina el Registro Nacional de Armas.

El operativo de destrucción de armas, el segundo que se realiza este año, se efectuó bajo la supervisión del director del RENAR, Matías Molle, y el subsecretario de Gestión y Control Registral, Ernesto Kreplak.

El funcionario explicó que "todas las armas que son dadas de manera anónima son destruidas en el instante de la entrega y posteriormente se procede a la fundición", destinando el material obtenido a recaudar fondos para ayudar a la Fundación del Hospital Garrahan.

El plan nacional de Entrega de Armas de Fuego recolectó desde su implementación, en julio de 2007, hasta la fecha más de 160.000 armas, siendo la mayor parte de ellas fundidas.

Los datos oficiales del RENAR, precisaron que las armas más entregadas voluntariamente fueron revólveres calibre 22, 32 y 38, pistolas calibre 22 y 9 milímetros.