Comerciantes de barrio que venden garrafas de gas licuado de petróleo en las provincias cobran el tubo de 10 kilos hasta tres veces el valor de 16 pesos dispuesto por el Gobierno nacional y afectan así a millones de hogares donde reside casi la mitad de la población del país.

Ante la inminente disminución de la temperatura por la llegada del otoño, el consumo crece a marcha acelerada y los comercios suben los precios con el argumento de que el stock de garrafas sociales se terminó, una situación que podría agravarse hacia el invierno.

Envasadores y distribuidores de Corrientes y Salta explicaron que hay demoras en el giro de subsidios nacionales desde junio de 2013, lo que dificulta el abastecimiento de las garrafas sociales y eso hace que los comerciantes -el último eslabón de la cadena- especulen y suban los precios de su stock.

La situación afecta principalmente a habitantes de las provincias del nordeste argentino como Corrientes, Chaco, Misiones, Formosa y el norte de Santa Fe donde no existe red de distribución de gas natural, y también a las zonas periféricas de las grandes ciudades como Córdoba, Rosario o el propio Gran Buenos Aires.

El gobierno de San Juan, en tanto, está negociando con la Secretaría de Energía de la Nación y la petrolera YPF un incremento del 25 pro ciento del cupo del gas envasado en garrafas a precios subsidiado para hacer frente a la mayor demanda esperada para el 2014, por el aumento de la población y de las viviendas en zonas donde no existe red natural de gas, según el ministro de Producción, Marcelo Alós.

Según datos del último Censo (2010) en la la Argentina hay más de 13.835.751 viviendas, de las que al menos el 48,8 por ciento no cuenta
con conexión a una red de distribución de gas natural, un servicio subsidiado y barato en comparación con el precio del GLP que se comercializa en garrafas.

Los indicadores señalan que en 2001 el 46,4 por ciento de los hogares contaba con gas natural y en 2010 la red se expandió hasta el 51,2, lo que significó una mejora pero ahora para seguir avanzando, el país depende de megaobras como el Gasoducto del NEA que debía ser licitado en enero último.

Justamente, diputados y senadores nacionales de Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones, resolvieron el viernes último formalizar el bloque de legisladores del NEA en el Congreso Nacional para trabajar en función de proyectos que beneficien a la región como el Gasoducto al que declararon como "impostergable".

El 21 de febrero último el Gobierno nacional dispuso mantener hasta el 30 de abril próximo sin modificaciones los precios de venta del Gas Licuado de Petróleo (GLP) -butano- fraccionado en envases de 10, 12 y 15 kilos, a 16, 20 y 25 pesos, respectivamente.

La Secretaría de Energía adoptó la medida debido a que no se pudo poner de acuerdo aún con las productoras, envasadoras y  distribuidoras de GLP sobre un precio estándar acorde a las posibilidades económicas de los consumidores, que en su mayoría son familias pobres.

Pero la realidad indica que más allá de los 607 puntos de venta de la denominada garrafa social en todo el país contemplados por la Secretaría de Energía, los comercios de barrio cobran el tubo de 10 kilos entre 35 y 50 pesos a los consumidores.

El cilindro de 45 kilos alcanzó en los últimos días los 440 pesos, mientras que la subsidiada de 10 kilos se consigue desde los 16 pesos pautados por el Gobierno hasta los 50 pesos en los barrios de la capital cordobesa que no tienen red de gas natural.

Roberto Forelli, representante de Special Gas (la firma encargada de distribuir la garrafa social en la capital de la provincia mediterránea) dijo en declaraciones a la prensa que la demanda viene creciendo cada día y arriesgó que "debe ser porque cada vez hay menos lugares en los que se vende a 16 pesos".

"Como ver carteles, los he visto, después los borran. En algunos lugares se está vendiendo a 40 pesos", dijo el empresario.

En Santiago del Estero, familias del departamento Río Hondo solicitaron a las autoridades el último fin de semana que exijan a las distribuidoras normalizar la venta de garrafas en los precios que exige el Gobierno nacional.

"Nosotros vedemos garrafas de gas, pero hace un mes que los proveedores no nos traen este producto", contó a la prensa Rosa Córdoba responsable del supermercado más importante de la ciudad santiagueña.