Los ataques a las mujeres en línea también son una forma de violencia de género. Así lo define un documento que acaba de difundir la OEA y un proyecto de ley que acaba de ser aprobado por la Banca de la Mujer de la Cámara de Senadores. Amnistía Internacional da cuenta de la magnitud del fenómeno: “una de cada tres mujeres ya ha experimentado una situación de violencia en las redes; de esas mujeres un cuarto recibió amenazas a su vida o integridad sexual y un 70% modificó su conducta en las redes luego de ser hostigada”.  Es claro que este tipo de hostigamiento se utiliza para silenciar, extorsionar o limitar las voces de las mujeres.