Las marcas térmicas comienzan lentamente a ascender y, en paralelo, también se enciende el precio de los helados, pese a que aún lejos se está del verano, temporada típica para el consumo de este producto tradicional para los argentinos.

En las últimas semanas, el valor del kilo del helado de las casas reconocidas subió un 8 por ciento y llegó casi a los 100 pesos, siendo incluso superior en algunos casos, informa un matutino porteño y cita como ejemplo a la cadena Arkakaó, la única que se atrevió por el momento a poner en sus marquesinas una cifra de tres dígitos.

En ese local, el kilo ya se vende a 105 pesos. En tanto, sus competidores como Freddo y Volta lo ofrecen a 97 y 99 pesos respectivamente. Apenas un escalón atrás se ubican los productos de Persicco y Chungo, con el kilo a 92 pesos.

Con estos nuevos precios, el helado duplicó su valor en tres años, superando no sólo a la inflación del Indec – que en el último trienio acumuló un 34 por ciento- sino también al de las consultoras privadas, que registraron en el mismo período una suba del 80 por ciento.

No obstante, si el kilo del helado se compara en dólares, también se ve un aumento, aunque más relativo. En 2002, justo antes de la devaluación, las cadenas premium tenían el kilo de helado en 16 pesos/dólares. Hoy, tomando la cotización oficial del billete verde, se ubica en los 21 dólares.

En tanto, si se toma como valor de referencia el dólar del mercado libre, se podría decir que se mantiene la relación del 1 a 1: hoy el precio del kilo está en unos 15 dólares.

Por otro lado, para los segmentos más bajos, el precio de este producto aumentó aún más, un 15 por ciento, aunque el valor del kilo está muy por debajo de las líneas selectas. La cadena de heladerías Grido, líder en el rubro masivo, ofrece a sólo 37 pesos el kilo, en las sucursales de Buenos Aires, y a 35 pesos en el interior del país.