Esta hazaña, que fue publicada en `Nature Physics`, allana el camino para que los investigadores puedan estudiar fenómenos como los gases ionizados, materiales superconductores, cristales líquidos o campos cuánticos que describen las partículas elementales.

Hace 100 años, el científico Lord Kelvin señaló que los átomos eran nudos o "anillos de vórtices" que se doblan formando circuitos cerrados y anudados en torno a sí mismos. Ahora, los expertos Daniel Lathrop y Barbara Brawn-Cinani, físicos de la Universidad de Maryland y autores de este trabajo, lograron llevar a la práctica esta visión gracias a una impresora 3D con la que recrearon el comportamiento del ala de un avión bajo el agua.

Conforme a lo informado por los físicos, durante el vuelo de un avión, el ala induce un movimiento de rotación o de vórtice (flujo turbulento en rotación espiral con trayectorias de corriente cerrada), como de corrientes de aire, que es lo que permite ascender a un avión. Cuando un ala en reposo acelera de repente, se crean dos vórtices de aire que circulan en direcciones opuestas.

Así, los físicos diseñaron un ala que se asemeja a una cinta y le dieron vida utilizando la impresora 3D. Después de sumergirla en el agua utilizaron electricidad para crear pequeñas burbujas alrededor de ella, revelando su otro lado invisible, anudando la estructura y permitiendo a los científicos observar cómo se movía a través del fluido, según despacho de Europa Press.

Para el resultado final, se utilizó un escáner láser de alta velocidad capaz de producir las vistas del fluido a 76.000 fotogramas por segundo, lo que permitió a los investigadores reconstruir la disposición de 3D de las burbujas, revelando así la existencia de los nudos.