Un equipo internacional de astrónomos descubrió esta semana una "fábrica de cometas" utilizado el nuevo y poderoso radiotelescopio ALMA, ubicado en el desierto chileno de Atacama.

La observación, cuyos detalles fueron publicados hoy por la revista Science, muestra por primera vez cómo en torno a una estrella joven crece una "trampa de polvo estelar". En estas formaciones cósmicas es posible observar cómo las partículas de polvo milimétrico crecen, alcanzando tamaños mayores y formando cometas, planetas y otros cuerpos rocosos.

El hallazgo, que confirma teorías y modelos físicos, permite resolver en los hechos la gran pregunta sobre cómo diminutos granos de polvo se transforman en cuerpos celestes.

"Tuvimos que convencernos a nosotros mismos de que esa forma era real, pero la fuerte señal y la claridad de las observaciones de ALMA no dejaban lugar a dudas en cuanto a la estructura. De entrada, la forma del polvo en la imagen fue una completa sorpresa. En lugar del anillo que esperábamos ver, descubrimos algo que claramente tenía forma de anacardo", explicó la investigadora Nienke van der Marel, de la Universidad de Leiden, Holanda.

La observación, en síntesis, reveló que en esta "trampa" se quedan los granos de polvo de mayor tamaño y que al chocar con otros menores, los incorporan en vez de fracturarse o expelerlos. "Es decir, las condiciones son las adecuadas para que las partículas crezcan desde un tamaño milimétrico hasta un tamaño cometario", añadió la científica.

La investigadora precisó que por la distancia de esta "trampa de polvo" a su estrella madre es poco probable que al interior de ella estén formándose planetas.