Caso Provolo: absolvieron a la monja Kosaka, que tenía el pedido de pena mayor
En este segundo juicio oral estuvieron involucradas once niños y niñas hipoacúsicos con edades de entre 5 y 17 años, que fueron víctimas de abuso sexual entre 2005 y 2016. Durante el juicio, todas las víctimas declararon a través del sistema de cámara Gesell y con la asistencia de intérpretes de lengua de señas.
Se dictaron las sentencias para los últimos acusados en el caso Provolo, conocido por los abusos sexuales a los que fueron sometidos alrededor de 20 víctimas menores de edad en una escuela albergue de la iglesia católica en Luján de Cuyo, Mendoza.
En este segundo juicio oral estuvieron involucradas 11 víctimas, niños y niñas hipoacúsicos con edades entre 5 y 17 años, que fueron víctimas de abuso sexual entre 2005 y 2016. Durante el juicio, todas las víctimas declararon a través del sistema de cámara Gesell y con la asistencia de intérpretes de lengua de señas.
En cuanto a las sentencias, la monja Kumiko Kosaka, quien tenía el mayor pedido de pena, fue absuelta. Tanto la querella como la fiscalía habían solicitado 25 años de prisión para ella. Por otro lado, las otras acusadas, la monja Asunción Martínez, la ex representante legal del colegio Graciela Pascual, la ex directora Gladys Pinacca y la ex cocinera Noemí Paz, fueron condenadas como partícipes primarias y cómplices de los abusos cometidos por los curas Corradi, Corbacho, el monaguillo Bordón y el jardinero Gómez.
El abogado de Kumiko Kosaka había pedido su absolución y acusó al fiscal y a los querellantes de haber "demonizado" su imagen durante la investigación. Por su parte, Graciela Pascual, quien tenía 35 acusaciones en su contra, recibió una pena de 18 años de prisión, además de inhabilitación por omisión al no prestar auxilio a las víctimas y encubrir los abusos. Asunción Martínez fue condenada a 10 años de prisión y 10 de inhabilitación. En el caso de Gladys Pinacca y Noemí Paz, las condenas ascendieron a 3 años de prisión.
Es importante destacar que este caso ha tenido un gran impacto a nivel mundial, ya que es la primera vez que se enjuicia a sacerdotes de la orden religiosa Provolo, que depende del Vaticano y tiene sedes en Verona, Italia, además de La Plata y Mendoza en Argentina. Además, el edificio donde ocurrían los abusos fue comprado por el municipio de Luján de Cuyo y reconvertido en una dependencia administrativa llamada Parque Cívico de Luján.