Un estudio realizado por la Australiana National University (ANU) y el Centro de Excelencia ARC para Extremos Climáticos ha revelado que Australia podría enfrentar megasequías de más de 20 años de duración en el futuro. Estos hallazgos se basan en modelos climáticos que muestran que las sequías del siglo XX en el suroeste y este de Australia fueron más prolongadas en comparación con épocas anteriores a la Revolución Industrial.

Las megasequías se caracterizan por su gravedad, duración y alcance generalizado, pudiendo extenderse por décadas o incluso siglos. El Dr. Georgy Falster, coautor del estudio, advierte que si una megasequía ocurriera en la actualidad en Australia, sus consecuencias serían agravadas por el cambio climático, dado el contexto de un clima más cálido.

La combinación del cambio climático y posibles megasequías naturales de varias décadas podría resultar en sequías aún más severas en Australia en comparación con experiencias históricas recientes. La región suroeste de Estados Unidos ha experimentado una megasequía desde el año 2000 como ejemplo de la gravedad prolongada de estos eventos.

El estudio se enfocó en la cuenca Murray-Darling en el sureste de Australia, vital para la agricultura del país. Los investigadores utilizaron modelos climáticos para simular las sequías desde el año 850 hasta el 2000, analizando su duración e intensidad. Se observó que las sequías podrían ser mucho más largas en comparación con las experiencias recientes, extendiéndose por más de 20 años.

Este trabajo destaca la importancia de comprender y prepararse para posibles megasequías en el futuro cercano. La interacción entre las variaciones naturales del clima y el cambio climático antropogénico aumenta la probabilidad de futuras sequías extremas en Australia. Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Hydrology and Earth System Sciences, ofreciendo una perspectiva clave sobre los desafíos climáticos que enfrenta el país.