“Cuando saludé a Ray Bradbury le toqué la espalda, para ver si el hombre tenía alas”, destacó Rodolfo Braceli,

"Lo entrevisté en 1987, estuve tres horas, me sacó una sonrisa. No recuerdo otro reportaje en la que haya jugado tanto como con Bradbury", sostuvo el escritor.

“Era un grandulón, tenia un color rosado en el rostro. Me sorprendió que accedió al reportaje con gran entusiasmo”, destacó.