Los estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires resolvieron extender la toma que empezaron al mediodía hasta este jueves, sin permitir el dictado de clases ni realizar otra actividad académica en la institución.

Los alumnos reclaman por la existencia de un bar institucional dentro del establecimiento y tener espacios dentro del colegio para realizar las asambleas, algo que denunciaron que las autoridades del colegio les niegan. También protestan porque el rector del colegio resolvió ponerle falta a los estudiantes que el mes pasado marcharon al rectorado de la Universidad de Buenos Aires, para asistir a una reunión del Consejo Superior.

Macarena Kunkel, de 17 años, que cursa el último año, es vocal del Centro de Estudiantes del Nacional y que además es hija del diputado nacional por el Frente para la Victoria Carlos Kunkel, confirmó la toma por Continental y consignó que se armaron “cordones para que no pasen las autoridades”.

“Hay un problema en común (con los alumnos del Pellegrini) que es la concesión privada del kiosco y el buffet”, informó en Magdalena Tempranísimo al denunciar “precios elevados en comparación con los de los negocios de afuera del colegio. Los precios no corresponden y los menús no son en su totalidad de nuestro agrado. Una coca vale un peso con cincuenta más que en el kiosco de la cuadra, y un café chiquito cuesta cuatro pesos con cincuenta”, graficó.

Sobre la jubilación del portero Guido Martínez Cornejo, de 78 años, consideró que, pese a su edad, “tiene derecho a un trabajo estable y reclamamos que se tenga en cuenta que él quiere seguir”.

Si bien la ocupación del Nacional terminará este viernes (último día antes del receso invernal), Kunkel aclaró que, al regreso de las vacaciones, van a “votar en asamblea los pasos a seguir”.