El majestuoso científico Elyakim Kislev, profesor de la Universidad de Jerusalem, publicó un estudio titulado ‘Does Marriage Really Improve Sexual Satisfaction? Evidence from the Pairfam Dataset’ (¿Mejora realmente el matrimonio la vida sexual? Evidencias a partir de la base de datos Pairfam), que fue publicado en la revista The Journal of Sex Research.

En él, consiguió determinar con precisión extraordinaria, que tipo de personas son las que tienen mayor frecuencia en sus relaciones sexuales y estableció un ranking, que sería el siguiente:

1. Divorciados/separados que no viven juntos con su nueva pareja

2. Parejas de solteros que no viven juntos

3. Divorciados/separados que viven con su nueva pareja

4. Parejas de solteros que viven juntos

5. Matrimonios que viven juntos

6. Divorciados/separados que no tienen pareja

7. Solteros sin pareja

Por ende, surgen dos conclusiones: hay que estar en pareja para tener sexo, esto de andar por ahí entrándole a lo que se cruce es poco eficiente al efecto. Pero, no hay que convivir, lo cual reduce claramente frecuencia e intensidad. El profe la tiene clara.