En estos tiempos, el sueño liviano e incluso, la falta de sueño, es un mal que muchos padecen. Pero si encima, cuando logra ser abrazado por Morfeo, una persona a su lado, lo conmueve con un estentoreo ronquido, la cosa puede terminar mal. Lo mismo puede ocurrir con un sonoro viento inesperado, o con el simple hurto de la frazada.

Así lo ha señalado nada menos que Wendy Troxel, científica del comportamiento de la organización Rand Corporation y especialista en medicina del sueño. Según cuenta en su libro Sharing the Covers: Every Couple’s Guide to Better Sleep, dormir separados puede a ayudar a las parejas a ser más felices, menos resentidas y con capacidad para disfrutar mucho más del tiempo que comparten en la cama, «sobre todo los fines de semana cuando las demandas laborales son más ligeras», explica. 

La reputada científica, indica además que:  «Es probable que dormir mejor sea un buen camino para tener mejores relaciones sexuales, porque cuando estamos bien descansados, disfrutamos más del sexo. Aumenta nuestra frecuencia sexual porque aumenta nuestro impulso sexual. Por lo tanto, hay muchos beneficios para las relaciones al priorizar el sueño».

La concienzuda investigación de Troxel, coincide con un estudio anterior dirigido por la doctora Kneginja Richter, Jefe de Servicio Externo de Medicina del Sueño de de la Universidad Médica Paracelsus, Nuremberg ( Alemania), y según el cual los inconvenientes para dormir y los conflictos de pareja tienden a ocurrir de manera simultánea.

De modo que lo mas conveniente es hacer la prueba. Si su pareja le brinda todas las noches un concierto de instrumentos de viento diversos, parece prudente buscar mejores destinos donde tratar de dormir un rato.