El 26 de noviembre se cumplen 110 años de la primera vez que votó una mujer en Sudamérica. La protagonista fue Julieta Lanteri, una médica apasionada y transgresora que en 1911 encontró un bache legal para presentarse a votar en las elecciones municipales para legisladores.

Todavía no había sido sancionada la Ley Sáenz Peña y sólo votaban los ciudadanos mayores, residentes en la ciudad, que tuvieran un comercio o industria o ejercieran una profesión liberal y pagasen impuestos. Lanteri, que cumplía todos los requisitos, advirtió que la ley nada decía sobre el sexo y se inscribió en el padrón. Llegó a la cola de la Parroquia de San Juan Evangelista de la Boca, que le correspondía por su domicilio, vestida de blanco y con tacos, entre una multitud de hombres de bigotes y traje. 

El presidente de mesa era el famoso historiador  Adolfo Saldías, que estaba seguro de estar viviendo un momento histórico. La saludó y se congratuló “por ser el firmante del documento del primer sufragio de una mujer en el país y en Sudamérica”. Al día siguiente la novedad estaba en todos los diarios.

Un año después fue sancionada la Ley Sáenz Peña que exigía que los votantes estuvieran inscriptos en el padrón militar. Julieta fue a reclamar que la enrolaran y llegó hasta el Ministerio de Defensa y la Corte Suprema, pero no le dieron la razón.  Encontró otro atajo legal: la ley no le permitía elegir, pero nada impedía que se presentara como candidata. Entonces fue la primera mujer en postularse para un cargo, aunque no llegó a ser elegida.

Durante décadas Lanteri continuó su lucha por los derechos de las mujeres, encabezó mitines y encuentros en los que luchaba por el derecho a elegir y ser elegidas. Su militancia fue bruscamente interrumpida en 1932, cuando, después del golpe de estado de Uriburu,  tuvo un accidente sospechoso en el que un auto la atropelló en la esquina de Diagonal Norte y Suipacha.  Julieta Lanteri tenía 59 años, se la recuerda como la primera mujer que votó en Sudamérica y hay una calle en Puerto Madero que lleva su nombre.

En este mes se destacan, además,  otras efemérides relacionadas con el voto femenino. El 11 de noviembre se cumplieron 70 años de la primera vez que las mujeres pudieron votar en la Argentina. Tuvieron que pasar casi 40 años de la audacia de Julieta Lanteri y una veintena de proyectos de ley por el Congreso,  hasta que en 1947, con el impulso de Eva Perón, se sancionó la Ley 13.010 de voto femenino.

Cuatro años después,  Evita votaba desde su lecho de enferma y millones de mujeres se acercaban a las urnas. Los votos femeninos fueron más que los masculinos: votaron 3.777.494 varones y 3.816.654 mujeres, el 86% y el 90% del padrón respectivamente. 

El 6 de noviembre de este año se cumplieron también 30 años de la sanción de la ley 24.012 de cupo femenino,  que determinó que las mujeres ocuparan al menos el 30% de los lugares en las listas de candidatos. Fue la primera ley de cupo sancionada en América Latina y cambió para siempre la política argentina.  Incrementó la participación política de las mujeres e introdujo en el Congreso nuevas agendas y discusiones: reproducción asistida, educación sexual integral, violencia obstétrica, anticoncepción quirúrgica, salud reproductiva, licencias por maternidad y paternidad, diversidad sexual, aborto legal, entre muchos otros temas. 

Este 23 de noviembre, además, se cumplieron cuatro años de la aprobación de la Ley 27.412 de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política, que establece que las listas de candidatos al Congreso de la Nación y al Parlamento del Mercosur deben ubicar “de manera intercalada a mujeres y varones desde el/la primer/a candidato/a titular hasta el/la último/a candidato/a suplente". 

Un mes de noviembre marcado por efemérides relacionadas con los derechos políticos de las mujeres: 110 años del voto de Julieta Lanteri, 70 años de las primeras elecciones con voto femenino, 30 años de la ley de cupo femenino y cuatro años de la ley de paridad. 
Has recorrido un largo camino, muchacha, y todavía queda mucho por recorrer.