La investigación sobre el crimen de un joven ocurrido a principios de julio en el boliche "La Isla" -ubicado en Saladillo y el Camino de la Ribera- de Ingeniero Budge permitió un insólito y peligroso hallazgo: al parecer, varias discotecas de esa localidad ofrecen el "servicio" de guarda-armas a sus clientes con el objetivo de evitar tiroteos dentro de los locales.