En La Matanza, el principal distrito del conurbano bonaerense, considerado el bastión histórico del PJ, el Movimiento Evita comenzó a hacer "ruido" de cara a las elecciones del año que viene. Es así como surgió la figura de Patricia Cubría, diputada y pareja del líder de la agrupación política, quien plantea un gobierno alejado de la "mezquindad política" de Fernando Espinoza.

La dirigente aseguró que no es "albertista ni kirchnerista", sino "peronista", y que en el Frente de Todos, "el verticalismo no existe más" y el kirchnerismo no volverá a tener "la lapicera" en 2023.

En esa línea, Cubría apuntó contra la Cámpora de Máximo Kirchner que "nunca" estuvo en los barrios: "Nosotros no los vemos. Acá en La Matanza no tienen mucha presencia territorial, por eso no hay mucho diálogo. Capaz que están en los locales de Anses, atendiendo. O en lo que es la estructura de vacunación". 

La diputada aseguró que tiene la mira en el cargo de intendenta del abultado partido. "La idea es disputar la intendencia. Ya di mucho como diputada para los compañeros de la provincia de Buenos Aires. No dejo mis tareas nacionales en el Evita, pero esta vez quiero trabajar acá en La Matanza. Tenemos que oxigenar al peronismo local. Y, sobre todo, destapar esa olla de participación, porque hay un montón de sectores que tienen muchísimo potencial y tienen que poder expresarse en el Estado municipal" dijo.

Su objetivo explícito es "ampliar y fortalecer" la experiencia del Frente Vecinal. Un espacio que, no fue solo idea suya, sino de varios sectores y que "no solo no son tenidos en cuenta por el municipio, sino que muchas veces hasta son combatidos en el territorio".