"Sola, fané, descangayada, la vi esta madrugada salir de un cabaret", escribía el fantástico poeta Enrique Santos Discépolo en 1928, describiendo a una mujer que salía en triste estado, de un local de entretenimiento de la época, en la madrugada.

El presidente está solo. Sus aliados del Frente de Todos lo aislaron y los propios lo abandonaron. La suma de poder con la que intentó ensanchar las espaldas de su ministro de Economía predilecto, Martín Guzmán, se desvaneció cuando repentinamente, el discípulo de Joseph Stiglitz decidió abandonar su cargo y renunciar por Twitter.