En la carta de renuncia de 14 páginas que presentó el ex ministro de Producción al presidente, se hace un repaso por su propia gestión y ratifica sus dichos sobre las presuntas irregularidades en la licitación del gasoducto Néstor Kirchner y criticó a Cristina Kirchner por sus declaraciones en el acto por los 100 años de YPF.

“Ratifico lo dicho el viernes al finalizar el acto aniversario por los 100 años de YPF en Tecnópolis: si algo cabe reprocharse respecto al contenido nacional de los insumos del gasoducto, eso debe atribuirse pura y exclusivamente a las características de la licitación realizada por la empresa IEASA, cuyos miembros, al igual que el equipo de la Secretaría de Energía, responden políticamente a la Sra. Vicepresidenta", comienza la carta.

Y sigue: "fueron declaraciones en ON y que quedarán registradas por la radio AM 750 y formuladas ante varios periodistas allí presentes. Huelga adicionar la injusta acusación que la Sra. Vicepresidenta le formulara (al Presidente) al señalarle que usted tiene que ‘utilizar la lapicera’ para forzar un mayor contenido nacional cuando dichas decisiones fueran adoptadas por IEASA”.

El exfuncionario enumeró los tres desafíos que, según su visión, tenía cuando comenzó la gestión: “El primero era implementar rápidamente un plan de estímulo a la producción de gas, de modo de aprovechar nuestro potencial y dejar de gastar tantos dólares importando barcos y otras fuentes de aprovisionamiento. El segunda era salir del desquiciado sistema de subsidios a la energía que rige en nuestro país desde hace dos décadas, el cual tiene un enorme costo fiscal, es socialmente injusto, centralista, anti federal y pro rico. El tercer desafío era generar un marco normativo y desplegar estrategias para el desarrollo de Vaca Muerta”.

“No es un tema menor: el sector energético es una de las llaves para resolver nuestro problema de restricción externa. Estamos hablando de un potencial exportador de más de USD 30.000 millones. Una vez más, los avances fueron lentos, signados por un internismo exasperante dentro del propio equipo de la Secretaría de Energía, es decir, internismo dentro del internismo. Ello demoró la posibilidad de un nuevo marco normativo, donde el proyecto de ley quedó en el olvido y fue reemplazado por un decreto que puso algo de racionalidad", señaló Kulfas.

"Asimismo, se produjeron demoras del caso en el inicio del gasoducto Néstor Kirchner, que ojalá pueda iniciarse rápidamente porque representa una posibilidad concreta de lograr el autoabastecimiento gasífero y luego avanzar en la estrategia exportadora, pero se ha perdido tiempo muy valioso que nos cuesta millones de dólares en importaciones”, remarcó.

Durante las catorce hojas se resaltan algunas actividades como, por ejemplo, la Ley de Cannabis Medicinal y Cáñamo Industrial, el impulso de la creación de YPF Litio, la apuesta por el hidrógeno verde.

“El bajo crecimiento, la inestabilidad macroeconómica, la pobreza y la falta de justicia social no son una condena, sino el resultado de no haber tenido esa mirada estratégica, de estar siempre pensando en la coyuntura y en las mezquindades de corto plazo”. Y aclaró: “Podemos revertir esta situación, no tengo ninguna duda”.

Más adelante comienza una etapa de la carta en la que comienza a agradecer a las distintas personas que lo apoyaron en su actividad y para finalizar Kulfas reiteró “algunos desaríos que hemos conversado (con Alberto Fernández) y para los cuales dejo a disposición los estudios de factibilidad realizados”. “El primero es reemplazar este ineficaz, costoso, antifederal e injusto sistema de subsidios a la energía y el transporte por un esquema de subsidio a la demanda, a pagar a través de billeteras digitales o tarjetas prepagas, de suma fija, que estimule el ahorro energético y sea verdaderamente federal”.

“El segundo es un plan de eficiencia energética para que a través de la industria nacional se puedan reemplazar electrodomésticos viejos de alto consumo, por otros de bajo consumo. El tercero es generar un régimen laboral especial para micro y pequeñas empresas, con el fin de formalizar y garantizar derechos laborales a los 4 millones de trabajadores informales que tiene la Argentina, en el comercio, la industrias y otras actividades”, remarcó.

“El cuarto es un proyecto para debatir ampliamente con todas las fuerzas políticas y los sectores de la cadena agroindustrial y consiste en eliminar de manera paulatina las retenciones a las exportaciones agroindustriales y reemplazar el actual sistema por la constitución de un fondo Soberano que permita generar un mecanismo moderno de estabilización de precios ante shocks de precios internacionales”, finalizó el ex ministro de Producción.