Santiago Cafiero y Francisco Bustillo, los cancilleres argentino y uruguayo respectivamente, tuvieron un duro cruce verbal en el marco de la Cumbre de Cancilleres del Mercosur, realizada en Montevideo. Las diferencias entre ambos funcionarios surgieron en debate los acuerdos que Uruguay quiere concretar por fuera del bloque regional, por la existencia de distintos tipos de aranceles y por las demoras en establecer un acuerdo con la Unión Europea.

El jefe de la diplomacia uruguaya dio inicio remarcando la necesidad de una modernización del mercado común. “El bloque no puede conformarse con los logros conseguidos” y que por eso se necesita “un bloque aggiorna orientaldo, moderno, que haga frente a los desafíos del hoy, ayer y mañana”, dijo Bustillo. Y amplió luego: “Desde Uruguay, hemos tenido ya una visión crítica: el Mercosur debía estar a la altura de sus tiempos y desafíos, y no uno que languidece en discusiones bizantinas. Seguimos advirtiendo las mismas deficiencias”.

La semana pasada Bustillo había participado de la propuesta de un acuerdo para sumar a Uruguay al Tratado Transpacífico, que encabezan Australia y Nueva Zelanda. Ante esta proposición, sus otros tres socios comerciales rechazaron la posibilidad y que violaba lo establecido en el estatuto del mercado común. “Tenemos que reforzar nuestra vocación de integración regional, proyectos de integración con un mercado ampliado, capaz de estrechar lazos con otros países y bloques, no podemos darnos el lujos del inmovilismo”, sostuvo Bustillo.

Uruguay también estaba intencionada a firmar tratados de Libre Comercio con China.

Cafiero respondió a esto inmediatamente. “Nos preocupan ciertas actitudes unilaterales, lo hemos expresado en la nota”, recordó el canciller para mencionar la carta de protesta presentada en contra de las gestiones emprendidas por Bustillo recientemente en Oceanía. “Es contrario a las normas del Mercosur, es violatorio a la regla del consenso, base del Mercosur. La unilateralidad de ciertas decisiones nos preocupan”, expresó el canciller de Alberto Fernández.

Los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia
Los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia

El jefe de la diplomacia argentina estableció que “lo que viene faltando aquí es el testimonio del concreto y recíproco reconocimiento de la importancia política que los Estados Parte del MERCOSUR nos hemos dado y plasmado en el Tratado de Asunción. Allí se expresa el compromiso de una cierta correspondencia política que aquí está faltando. No estamos observando una aspiración a la futura convergencia dentro del bloque. Por el contrario, vemos con preocupación que se emprende un camino que parece ser unilateral y que, muy probablemente, podría desembocar en una ruptura”.

Para concluir, Cafiero señaló que, “en un mundo que se repliega, acechado por los desafíos de la desigualdad, el hambre, la guerra, el cambio climático”, es necesario “crecer juntos”.

El planteo del acuerdo pendiente desde hace años entre el Mercosur y la Unión Europea también fue objeto de discusión. Bustillo explicó que “perdemos atractivo y nada hacemos por recuperarlo. Somos lo que hemos querido ser, una zona de libre comercio imperfecta”. Cafiero, por otro lado, respondió advirtiendo sobre los aspectos negativos: “Será el instrumento más trascendente del bloque, aunque presenta riesgos por la competencia con empresas europeas con mayores recursos”.

Bustillo también criticó el Arancel Externo Común, que Uruguay y Brasil quieren bajar y al que nuestro país se opone en defensa de algunos rubros, sobre todo los relacionados con determinadas actividades industriales. “Hay necesidad de mecanismos para resolver obstáculos que distorsionan el comercio entre los estados. Entre nosotros abundan las restricciones arancelarias que impiden la libre circulación. Hemos fracasado: tenemos tres aranceles, no tenemos un arancel en común. No existe el Arancel Externo Común. La realidad se impone al relato y nos aleja de la utopía”, explicó el canciller uruguayo. “Las negociaciones en el bloque son mas trabajosas, pero no hay que apresurarse a celebrar acuerdos que compliquen a los países y sus economías”, defendió Cafiero.