El presidente Alberto Fernández se dirigió a Usuahia el viernes, para un acto de entrega de viviendas y la pasó realmente mal. Junto al gobernador Gustavo Melella y los ministros Jorge Ferraresi y de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.

Como siempre diversos discursos, pero al finalizar el del presidente los aplausos fueron tibios y pocos. Fue Ferraresi el que quiso arreglarla: “Hasta ahora un acto casi perfecto, pero fallamos al principio. Yo interpreto, porque soy intendente en licencia de Avellaneda, el sentimiento de él cuando empezó el acto. Cuando a uno lo aplauden más que lo que aplauden al que trae, uno se siente incómodo”, dijo el ministro.

Algunos aplausos mas hubieron, algunos.