En ese marco, Domínguez aseguró que la ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial “es una propuesta que trabajó el sector privado, en acuerdo con el público” y que “está convencido que es el mejor instrumento para asumir un proceso de promoción de nuevas inversiones, de industrialización de la ruralidad y de generación de empleo para dar respuesta al principal interrogante que reclama el productor: reglas de previsibilidad”.