Durante la reunión entre los cancilleres de la Celac y la Unión Europea (UE), celebrada el día de hoy en Buenos Aires, el gobierno de Alberto Fernández y Josep Borell, Alto Representante de la Unión Europea, discutieron en conversaciones privadas la posible “resurrección” del acuerdo comercial planteado entre la UE y Mercosur. Este había sido anunciado a finales del gobierno de Cambiemos, sin embargo, no fue puesto en práctica. 

Sin embargo, la política ambiental de Brasil, que estuvo ausente en la cumbre, y el proteccionismo de distintos países europeos, imposibilitan poner en marcha el trato. “El acuerdo viene desde hace veinte años, ha tenido algunos avances pero hubo una superposición con medidas de la UE ligadas con el pacto verde europeo, otro bagaje normativo que deja prácticamente obsoleto lo que se había negociado hasta aquí”, anunció el canciller Santiago Cafiero, quien también estuvo presente durante la reunión.

“Lo que le planteamos a Borrell es la voluntad de continuar negociando, con vistas a lograrlo, porque en 2019 hubo avances, pero hubo medidas vinculadas a la economía verde y el cambio climático que afectaron a la producción del Mercosur”, agregó. “Protegemos el trabajo de los argentinos y argentinas, no es una cuestión ideológica, pero las asimetrías que hay desde lo productivo entre la UE y el Mercosur debe saldarse en algún lado, si no esto no es un acuerdo, no va a avanzar jamás”, dijo, y recordó que el brasileño Luis Inacio Lula da Silva, expresidente de Brasil y candidato a la Presidencia en el ballottage del domingo próximo, expresó en términos semejantes, en favor del acuerdo pero también apuntando a “preservar el empleo y la producción en nuestros países”.

De igual manera, el español Borrel reiteró a distintos medios de prensa de su voluntad de “desbloquear las negociaciones que podrían ser beneficiosos para ambas regiones”, y reiteró que la UE es “el primer inversor” en América latina, incluso por encima de China y los Estados Unidos.

“Todo el mundo defiende sus intereses, no es nada nuevo. Hay sectores con ventajas y otros que afrontan una mayor competencia, hay que discutirlo y eso habremos de hacer”, aseguró Borrell, y afirmó que el acuerdo firmado en 2019 “era un acuerdo de principios, un acuerdo general, después vinieron los problemas por la preocupación por el tema ambiental, la opinión pública europea sensibilizada por los problemas de deforestación”.

Para Borrell, Mercosur debe ser el encargado que “resuelva” la interna de este conflicto, centrado sobre todo en la postura de presidentes como el francés Emanuel Macron, muy crítico contra la política ambiental de Jair Bolsonaro, actual presidente de Brasil. Asimismo, Polonia y Hungría se oponen al acuerdo en defensa de su producción agrícola.

Sin embargo, el excanciller Jorge Fauri, firmante del acuerdo UE-Mercosur, dijo para LA NACION que “los europeos tienen reclamos de tipo ambiental, critican la deforestación y piden ciertos estándares de los productos que vienen de nuestros países. Pero nada impedía la continuidad de los acuerdos, lo que ocurre es que aquí algunos sectores económicos no quieren competir y por eso se oponen”.