Luego de un día complicado, Cristina Kirchner habló con sus seguidores casi en la puerta de su casa y en el final del discurso buscó desactivar la movilización: "vamos a descansar ha sido un largo día", expresó.

Pero la vicepresidenta fue muy dura. Aseguró que hubo movilizaciones en todo el país para repaldarla y en el único lugar qur hubo violencia fue en la Ciudad, porque, explicó "odian el amor y la alegría peronista".