Luego de ser criticada por algunos políticos y apoyada por otros, la diputada provincial de Santa Fe, Amalia Granata presentó el proyecto de ley que establece la creación de un servicio cívico obligatorio para los jóvenes que no estudien. 

Según el texto, el objetivo es "fomentar las habilidades relativas a la disciplina y la auto-disciplina" y que los jóvenes incorporen "hábitos personales responsables, como la higiene personal, cuidado del cuerpo y la salud, alimentación responsable y disciplinas o destrezas deportivas o aeróbicas de defensa personal". 

El proyecto afectaría a personas de entre 18 y 20 años, sin distinción de género, que no acrediten estudios ni trabajos, y que cuenten con domicilio o residencia en la provincia de Santa Fe. Según Granata, "los jóvenes adultos en la Argentina se encuentran, en gran medida, desamparados y desahuciados, lo que puede llevarlos a las actividades ilícitas". 

De acuerdo a la diputada, la iniciativa es de carácter obligatorio no porque busque "coartar libertades o truncar proyectos de vida", sino porque "aquella persona que se encuentra quizás desanimada, conflictuada o carente de proyectos, muy probablemente no vaya voluntariamente a enrolarse en este tipo de programas".