El vínculo con los gobernadores debería pasar por el Ministerio del Interior, de hecho, forma parte de sus funciones. Pero en esta áspera interna que el albertismo libra con el kirchnerismo, el presidente decidió colocar un funcionario de su propio riñón, para que funcione en paralelo a Eduardo "Wado" De Pedro.

Mientras Alberto Fernández llamó ayer a "darle una oportunidad a la paz", parafraseando a John Lennon y convocó a "terapia de grupo", designó a Nicolás Ritacco en la Subsecretaría de Asuntos Políticos de la Secretaría General de la Presidencia, para que marque de cerquita a De Pedro en la relación con los gobernadores.

La mencionada Secretaría General esta a cargo de uno de los que Sergio Berni llamaría "los cinco amigos" con los que gobierna Alberto: Julio Vitobello. Y Ritacco es hombre de este último, es decir, un albertista puro.

La política esta demasiado plagada de estas contradicciones entre discurso y hechos. El llamado a darle una oportunidad a la paz, no se priva de esas pequeñas escaramuzas subterráneas, picardías alejadas del ojo del simple ciudadano, que socavan cualquier idea real de pacificación.