Diego Bonanno, juez de Morón, fue víctima de un nuevo secuestro exprés en el Oeste. Fuentes policiales aseguraron que el hecho comenzó cerca de las 6.30, cuando magistrado pasó a buscar a su hijo y a su sobrino por una casa en Castelar Norte porque tenía que llevarlos al Aeropuerto. Cuando se movilizaban por Alem y Ranchos se les cruzó un auto con varios delincuentes a bordo que obligaron al juez a detener la marcha. En ese momento, al menos uno de los asaltantes se subió al vehículo y se los llevaron cautivos con el otro vehículo como campana.

Aparentemente, los delincuentes los obligaron a dirigirse a la casa del hijo del juez, en Herrera al 200, también de Castelar, a la que ingresaron a robar. Según las fuentes policiales, mientras algunos de los ladrones se quedaron con las víctimas dentro del auto, otros ingresaron a la vivienda y robaron todas las pertenencias de valor. Tras obtener un importante botín, los ladrones volvieron a subir a los vehículos y se llevaron nuevamente cautivas a sus víctimas, a quienes finalmente liberaron en el barrio de Villa Ariza, Ituzaingó.

No es el primer caso con estas características en la zona oeste. La mayoría comienza como un simple robo de auto, pero los ladrones deciden mantener cautivas a las víctimas. Lo hacen para evitar que realicen la denuncia en el momento, lo que le da más tiempo para escapar, y descubrir si el vehículo tiene alarma de corte o rastreo satelital, dos mecanismos que se utilizan para frustar los robos. En otras ocasiones, como en el caso del juez Bonanno, obligan a las víctimas a ir hasta su casa para robarlos.