Trabajadores de Kraft Foods cortaron Corrientes y Callao.

Por Continental, el delegado Javier Hermosilla explicó que “la medida es en solidaridad con los estudiantes secundarios y en repudio por la muerte de una empleada”.

Se trata de una persona de treinta y seis años que falleció en la sala de emergencias de la planta, que ya había sido cuestionada por los trabajadores.

Marcela Ortega era madre de tres niños y murió el martes.

Los delegados aseguran que la “modalidad” de los profesionales que trabajan en ese lugar “es negar las enfermedades” y “presionar constantemente para que vuelvan a sus puestos”.

Y relatan que la mujer acudió a la guardia porque se sentía mal, pero fue enviada nuevamente a trabajar. Ortega volvió a la sala porque seguía sintiéndose mal y se constató que estaba sufriendo un infarto que le ocasionó la muerte.

Por su parte, la empresa alimenticia alegó que Ortega “fue atendida inmediatamente por profesionales de la medicina y por una Unidad de Terapia Intensiva Móvil”.

“Se le practicó la maniobra de reanimación cardiopulmonar avanzada, se la intubó y se le suministró oxígeno. También se le aplicó medicación endovenosa y se utilizó el cardiodesfibrilador con el que cuenta el Departamento Médico. Es decir, los mismos procedimientos utilizados en Unidad Coronaria de cualquier hospital o sanatorio del país”, expresa un comunicado de Kraft.