En una de las canchas de fútbol del complejo penitenciario dejaron dos muñecos recostados en el pasto que simulaban ser dos personas descansando. Después, los dos reclusos se fueron por los techos. Luego se descolgaron con remeras para poder bajar y, previo corte de parte de un alambrado perimetral, lograron llegar a la calle y perderse en la oscuridad.

Esta vez la fuga fue en la Unidad Penal 5 de Mercedes, que depende del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y está ubicada a unos 100 kilómetros de la Capital.