El pasado miércoles, un bebé de 12 meses fue hospitalizado en estado de shock, con hematomas en la cabeza y se constató que tenía sangre en la cavidad abdominal y daños en el bazo y en el hígado.

Hoy comenzó a despejarse la duda sobre qué fue lo que sucedió para que el niño quedara en ese estado: el fiscal Emilio Drazile confirmó que las pericias médicas advierten que "las lesiones que presenta son compatibles con malos tratos, porque no puede habérselas provocado por una caída o solo. Son golpes muy graves", dijo el funcionario judicial.

Ante esta revelación, el fiscal adelantó que la madre del niño "será trasladada hacia la Penitenciaría de Bouwer, porque está embarazada"; con ella irá otra mujer, que sería pareja de la progenitora del pequeño golpeado.

En cuanto al estado de salud del pequeño, el chico de un año está alojado en el sector de terapia intensiva del Hospital de Niños de Córdoba, donde tienen claro que su estado es crítico pero se ilusionan con que lentamente comience a recuperarse.

En declaraciones radiales que reproduce el diario La Voz, la jefa de guardia del nosocomio, Patricia Marino, contó que "el pronóstico es muy alentador, porque no hay lesiones que requieran intervenciones quirúrgicas de urgencia, sólo necesita estabilización médica en terapia intensiva".