Un grupo compuesto por entre cuatro y cinco delincuentes asaltó y tomó como rehenes a varios vecinos y al encargado de un edificio del barrio porteño de la Recoleta, para luego escapar burlando el cerco policial.

Los asaltantes, que según la Policía no exhibieron armas en ningún momento y sólo amenazaron a sus víctimas diciendo que las tenían, robaron las pertenencias de varios vecinos en el momento en que se disponían a salir del edificio.

A uno de ellos lo golpearon y se llevaron algunos valores de uno de los departamentos.