En el marco del juicio que se le sigue en Córdoba por delitos de lesa humanidad, el ex dictador Jorge Rafael Videla rompió el silencio por primera vez en democracia y reconoció su “responsabilidad” durante los años que ocupó la presidencia de facto.

“Asumo mi responsabilidad por la guerra contra la subversión”, afirmó Videla, casi inmutable y con igual tono de voz que en sus épocas de jefe de Estado.

Asimismo, Videla remarcó que en la tarea que desarrolló el Ejército fue su “total responsabilidad” y que sus subordinados “se limitaron a cumplir” sus órdenes.

El ex mandatario de facto se pronunció así ante el Tribunal Oral Federal Número 1 de Córdoba, que lo juzga junto a otros 30 represores, entre ellos el ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez.

Tras estas palabras, Videla se negó a prestar declaración en el proceso al remarcar que las acusaciones que pesan sobre él “son cosa juzgada” por el Consejo Superior de las Fuezas Armadas y la Cámara Federa en el Juicio a las Juntas.

“Nadie puede ser jusgado dos veces por la misma causa”, agregó el ex dictador.

Videla, de 84 años, símbolo máximo de la junta militar que el 24 de marzo de 1976 derrocó a la presidenta Isabel Martínez de Perón, afronta cargos de homicidios y tormentos agravados de los que fueron víctimas presos políticos que en su mayoría habían sido detenidos y puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.

Desde 1998 Videla gozó de arresto domiciliario en la causa por el plan sistemático de robo de bebés y en 2008 el juez federal Norberto Oyarbide ordenó su traslado a Campo de Mayo, desde donde viajó hace poco más de una semana a Córdoba, para quedar detenido en el penal de Bouwer.