Los fiscales que investigan el caso de la adolescente asesinada y enterrada en la ciudad santafesina de Rufino ratificaron este martes que el novio de la joven confesó el crimen, pero dijeron tener dudas de que haya actuado solo, por lo que seguirán detenidos los cuatro mayores de su entorno familiar. El fiscal regional 3 de Venado Tuerto, Alejandro Sinópoli, dijo que durante la reconstrucción hubo contradicciones por parte del adolescente de 16 años acusado por el asesinato de Chiara Páez, sobre todo al referir a la posición en que dejó el cuerpo de la joven, por lo que se está buscando "un partícipe necesario".
 
"Se sostiene las detenciones de los mayores y pedimos una nueva audiencia imputatoria", acotó el fiscal adjunto Mauricio Clavero, y agregó: "Estamos intentando establecer las responsabilidades penales y niveles de participación".
 
El fiscal Clavero sostuvo que el adolescente "quedó a disposición del juzgado de menores de Venado Tuerto" y dijo que tenía entendido que "confesó su situación sobre la autoría del hecho".
 
Los fiscales dieron detalles de la investigación durante una conferencia de prensa en Rufino horas después de realizarse la reconstrucción del hecho, que se llevó a cabo sobre la base de los dichos del adolescente en la vivienda de San Martín al 800, donde fue hallado enterrado el cuerpo de la víctima.
 
Sinópoli y Clavero informaron que hallaron parte del teléfono celular de la víctima moral, pero aún no han podido encontrar el chip, al que consideraron una "evidencia importante" en la causa.
 
Clavero negó también que la adolescente de 14 años asesinada haya sido enterrada viva, como dijo ayer una tía de la víctima mortal. Funcionarios judiciales y policiales realizaron esta tarde la reconstrucción del hecho en la vivienda donde vivía el adolescente imputado y en el predio del Club San Martín donde fue localizada la carcasa del celular de la adolescente.
 
Fuentes judiciales consultadas por la agencia DyN dijeron que durante el procedimiento al adolescente le hicieron cavar un pozo y lo hizo "muy rápidamente, en apenas 30 minutos" e indicaron que los golpes que presentaba la joven no condicen con el relato del imputado, por lo que se cree que utilizó algún objeto contundente.
Las fuentes informaron que de la casa del novio se secuestraron palas, ropa de la víctima mortal y un colchón manchado con sangre.
 
Asimismo, indicaron que los investigadores intentan establecer si la joven fue asesinada a golpes en el interior de la vivienda y luego llevada al patio para enterrarla en el pozo de 80 centímetros de profundidad en el que fue hallada la madrugada del lunes. La autopsia al cadáver de la adolescente reveló que murió tras recibir golpes en la cara y en la cabeza, y que además tenía un corte pequeño en el cuello.
 
 
Las fuentes judiciales confirmaron que el adolescente acusado declaró ayer ante el juez de Menores Javier Prado y confesó que mató a golpes a la adolescente tras una discusión que según dijo no tuvo relación con el embarazo reciente que cursaba la joven.
 
El adolescente puntualizó que la golpeó en la cara con el costado de sus manos y luego con los puños cerrados, negó haberle cortado el cuello con un arma blanca y aseguró que es el "único" culpable del crimen. El principal acusado intentó de este modo desvincular del caso a su madre, sus abuelos maternos y a su padrastro, quien en su juventud fue boxeador, todos detenidos en la Unidad Regional XVIII de Melincué.
 
Mientras se realizaba la reconstrucción del crimen, los restos mortales de la adolescente fueron inhumados en el cementerio de Rufino, previo responso en la parroquia Santísima Trinidad. Allí, familiares y amigos de la víctima moral reclamaron "ejemplaridad" a la Justicia, para que "esto no vuelva a suceder".
 
Durante el entierro el padre de la adolescente, Fabio Páez, permaneció abrazado al cajón de su hija durante varios minutos.