Nueve personas fueron detenidas acusadas de integrar una organización dedicada al robo y tráfico internacional de celulares de alta gama.

Las detenciones se efectuaron el último viernes, cuando personal del área de Telemática de la fuerza de seguridad porteña llevó a cabo una serie de tres allanamientos en distintos puntos de la Ciudad.

Los investigadores no allanaron locales de venta de celulares usados, sino que siguieron la pista hasta llegar a las denominadas "cuevas", donde la banda clonaba los teléfonos robados para su posterior reventa.

Además de los nueve detenidos, la policía secuestró en los laboratorios de la banda más de 30 "box de desbloqueo", aparatos en los que se coloca un celular robado y luego de alrededor de cinco minutos, puede ser reutilizado con un nuevo chip.

Sin embargo, el "box" no funciona con los smartphones, ya que una vez denunciado su robo, la compañía telefónica bloquea a distancia la plaqueta interna del artefacto.

Como no existe la tecnología para salvar ese tipo de bloqueo y este sólo sirve para el ámbito nacional, los miembros de la organización desarmaban los celulares de alta gama y traficaban las plaquetas hacia otros países de Sudamérica, como Bolivia y Perú. Una vez en esos países, y como el bloqueo de la plaqueta dejaba de funcionar, podía ser reutilizado, reensamblado en una carcasa correspondiente y vendido como usado en ese lugar.

De igual forma, la banda conseguía ingresar nuevamente a Argentina con una gran cantidad de plaquetas de smartphones robados en esos países, que habían sufrido el mismo bloqueo por parte de las compañías de celulares locales y que colocaban aquí en las carcasas de los teléfonos robados.

De acuerdo a las fuentes, aquellas personas que compraban los celulares de alta gama a esta banda incluso podían ver en la pantalla el logo de una de las empresas de telefonía de esos países.