Los grupos contratan a familias de bajos recursos para que se instalen en las viviendas en noviembre y diciembre, y una vez que esta acción deriva en causas judiciales, comienza la feria, por lo que los casos no se resuelven hasta marzo.

En consecuencia, las bandas organizadas disponen de las viviendas en la temporada alta, y las alquilan a precio de mercado, en los balnearios más caros de la Costa Argentina.

El representante legal de 20 propietarios damnificados, Javier Miglino, explicó que los “mafiosos de guante blanco” se “aprovechan de personas de bajísimos recursos, pagándoles alrededor de 3000 pesos a cada grupo familiar” para que ocupen la vivienda.

Según Miglino, las familias “saben lo que vienen a hacer, pero esa suma de dinero es mucho, así que se enganchan”. Sin embargo, aclaró que “esta misma gente manipulada es la que nos ayuda mucho una vez iniciadas las acciones legales, brindando testimonio y detalles de la modalidad”.

“La mayoría de las ocupaciones ilegales con gente contratada se hace en estos meses de noviembre y diciembre, porque generan el litigio, esperando que comience la feria judicial, para luego tener la posibilidad en plena temporada alta de alquilar sin problemas”, informó el abogado.

“Cuando ya la justicia entró en etapa de feria, este tipo de movimientos no pueden ser investigados hasta marzo. En todo ese tiempo, las casas usurpadas fueron alquiladas a precios de mercado, con valores altísimos. Es mucho dinero el que recaudan estas bandas”, concluyó Miglino, en una entrevista con Diario Popular.