En un insólito episodio, tres delincuentes se hicieron pasar por clientes e irrumpieron en una sucursal del banco Santander Río, ubicada en el barrio porteño de Flores, y, simulando tener explosivos dentro una caja de leche, se llevaron el dinero de las cajas. El local se sitúa en la calle Echandía al 2600.

De acuerdo con las primeras informaciones, uno de los ladrones se quedó en el hall de entrada, mientras que los otros dos se dirigieron a la zona de las cajas. Luego de reducir al personal de seguridad, la banda comenzó a los gritos a decir que tenían en su poder un artefacto explosivo.

Ante la amenaza, los empleados del lugar le facilitaron el dinero de dos de las cajas y en pocos minutos se llevaron el botín sin ser advertidos por la Policía. Pero la sorpresa fue aún mayor, al percatarse de que no existían los explosivos, sino que se trataba en realidad de cajas de leche que simulaban albergar una suerte de bomba.