Una mujer de 40 años fue degollada delante de dos de sus cinco hijos en su casa de la ciudad de San Luis y tras el crimen su ex marido se entregó a la Policía y quedó detenido, informaron hoy fuentes de la fuerza y judiciales.

El jefe de Relaciones Policiales, comisario inspector Carlos Pereyra, explicó que el hecho ocurrió anoche, alrededor de las 21.30, en una vivienda ubicada en la calle Balcarce 2230 del barrio San Benito, en el oeste de la capital puntana, donde la víctima, identificada como Susana Noemí Araujo (40), residía junto a su hijo de 24 años y sus hijas de 19, 18, 14 y 9.

"La mujer fue atacada en esa casa por su ex marido, Hugo Víctor Pardo (42), quien se domicilia en el barrio Pabellón Argentino de la ciudad de San Luis", informó el vocero policial que precisó la víctima se había separado del sospechoso hacía "más de dos años".

Según el comisario inspector Pereyra, Pardo "había sido denunciado hacía tiempo por amenazas, por lo que tenía orden de restricción para acercarse al hogar".

De acuerdo al jefe policial, "el hombre ayer se habría presentado en la Clínica Italia, lugar donde trabaja la mujer, para buscarla. Allí, aparentemente ambos tuvieron discusión, y luego habría ido a la casa donde la mujer y sus hijos vivían".

El comisario inspector Walter Contreras, jefe de la División Homicidios de la Policía de San Luis, indico que luego de la pelea en la clínica, Pardo se dirigió hasta la casa de la mujer a bordo de su automóvil Volkswagen Gol color blanco, el cual quedó estacionado frente al inmueble, tipo americano y con rejas de hierro negras en la parte delantera.

"Recién estamos en la etapa de testimoniales pero podemos decir que se habría originado una discusión entre ambos, primero en el interior de la vivienda y posteriormente en el frente. Allí es donde (Pardo) la habría ultimado causándole una herida de siete centímetros a la altura del cuello, más precisamente afectándole la carótida y la yugular", señaló el jefe de Homicidios.

Mientras que el vocero Pereyra sostuvo que el ataque ocurrió delante de las hijas de 18 y 9 años de la mujer y que el asesino utilizó un "cuchillo de carnicero que llevaba entre sus ropas" con el que le provocó "un corte a la altura de la garganta".

Tras el ataque, Araujo fue auxiliada por vecinos que intentaron reanimarla, mientras que el agresor fue increpado por otros familiares y habitantes del barrio que lo persiguieron por la calle.

Según las fuentes, el acusado escapó a la carrera de la escena del crimen y se dirigió hasta la guardia de la comisaría cuarta de la capital puntana donde dijo a los efectivos que había matado a su ex mujer, por lo que quedó detenido.