La firma china Xiaomi, que terminó el año entre los primeros fabricantes de smartphones del mundo con 61 millones de teléfonos vendidos en el año (contra 18 millones durante 2013), amplió hoy su oferta de productos con dos smartphones de muy alta gama y un precio que se aleja un poco de su política histórica de vender todo al costo (en 2013 ganó 56 millones de dólares sobre 4300 millones facturados; en 2014 facturó casi 12.000 millones de dólares), un modelo que parece gustarle a los inversores, que le dieron 1100 millones de dólares en diciembre último, lo que le da a la compañía una valuación de 45.000 millones de dólares.

Los equipos son el Xiaomi Mi Note y el Mi Note Pro, ambos corriendo Android con la interfaz gráfica MIUI (y los servicios de Xiaomi que reemplazan a los de Google, incluyendo una tienda de aplicaciones propia y un servicio de mapas). El Mi Note tiene una pantalla de 5,7 pulgadas (un panel IPS Full HD de Sharp); el procesador es un Qualcomm Snapdragon 801 de cuatro núcleos a 2,5 GHz, 3 GB de RAM y una batería de 3000 mAh, además de 16 o 64 GB de almacenamiento.

El equipo tiene un grosor de 6,95 mm, con una estructura de aluminio encapsulada en dos planchas de vidrio Gorilla Glass 3 levemente curvas. También tiene una cámara de 13 megapixeles con sensor Sony y apertura f/2.0, flash de doble tono y estabilización óptica de imágenes, además de una cámara frontal de 4 megapixeles con un sensor similar al del HTC One M8. Además incluye un sistema de procesamiento de sonido para audiófilos (24 bits, 192 kHz). Y, por supuesto, LTE, 3G, Wi-Fi, GPS, Bluetooth y NFC. Precio en China: unos 370 dólares sin línea.

El Mi Note Pro tiene un panel QHD (2560 x 1440 pixeles), también de 5,7 pulgadas; 4 GB de RAM (como el Asus ZenFone 2 que se presentó en la última CES), chip Qualcomm Snapdragon 810 de ocho núcleos a 2 GHz, 64 GB de almacenamiento interno y batería de 3090 mAh. La cámara y el tamaño son los mismos del Mi Note. Su precio: 530 dólares, aproximadamente.

La compañía presentó también unos auriculares con cascos semi abiertos, y su Mi Box Mini: del tamaño de un cargador, tiene 1 GB de RAM, un chip Cortex-A7 de cuatro núcleos, 4 GB internos, Wi-Fi, Bluetooth y salida HDMI, y está pensado como un reproductor multimedia compatible con Miracast, AirPlay, DLNA, etcétera. Precio en China: 32 dólares.

Y se suma al purificador de aire, el televisor, la pulsera deportiva, las baterías externas y otros dispositivos que la compañía ha ido presentando. Al respecto, es muy interesante el análisis que hace Ben Thompson sobre Xiaomi, que parece estar apuntando mucho más allá del smartphone y pensando en ser la proveedora de toda la tecnología que puede necesitar un usuario. El chino, claro, porque su expansión a India y otros mercados está teniendo problemas legales por la falta de pago de ciertas patentes.